domingo, 4 de octubre de 2009

El fumadero

Ayer me di con la ingrata sorpresa de que no habias venido, desde luego no quise darme por aludido, hasta que de repente ose por querer voltaerme hacia ti, a un lado la nada y al otro el vacio.
Las sabanas se mezclan entre mis piernas, la noche se hace mas larga y mis dolores de cabeza cada dia se hacen mas frecuentes, en la oscuridad todo parece igual ; las cosas parecen seres inanimados que solo purgan por querer entrar en mis pupilas.
No se diferenciar una cosa de otra y cada vez me mareo mas pensando en que mis pesadillas son en realidad lo que estoy viviendo y lo que vivo lo trato de sueño. Otra vez el reloj suena son ya las tres y joaquin no me patea dices tu y recuerdo que no estas aqui. Que hoy no estaras y que por algun lado debes estar, entonces me pregunto que haria yo sin ti, que haria yo sin tu presencia, y me vuelvo un dependiente a ti. Una droga que amenaza mi cuerpo con su presencia, una droga que no puedo dejar y que eh aprendido a tomar en cantidades desproporcionadas fingiendo que no lo hago.
Caigo otra vez al fumadero de tu presencia y me dirigo a la perdicion de mis momentos de racionalidad es ahi que comprendo que algo que va hacia un lugar, solo si supiera a donde.