martes, 26 de octubre de 2010
Novela I
Despues de mucho tiempo me encontrado a Matilde la eh visto por dentro de sus ojos y por dentro de su ropa, pero que gusto es ver por dentro de los botones de su blusa,y tratar de sentir su piel canela rosando cada parte de mi rostro. Conoci a matilde en un aguacero de verano, un dia de esos terribles en que el dolor de cabeza me tenia a mal traer.Tenia a penas 23 y aun me faltaba mucho por conocer, conocer que es muy probable enamorarse de un persona mas de una vez y que el amor es un juego para grandes.Por supuesto yo no me considero grande es mas pienso que soy tan minusculo que todos los dias que pasan me vuelvo mas terco e infantil, pero a decir verdad el dia que a Matilde la vi con ese vestido rosa que tanto juego hacian con sus piernas delgaduchas me enamore perdidamente de su olor a rosa. Si pues lo admito aunque ahora no quiera hacerlo, la ame antes de hacerle el amor y senti que ella quiso que asi lo fuese aunque hoy por hoy, no quiera saber nada de mi.Antes no era asi o por lo menos no lo hacia notar ibamos los dias jueves a caminar al parque que esta cerca del departamento que mi viejo me habia regalado por ser tan buen hijo y por tener el lastre de soportarle millones de estupideces, al fin el tolerar tantas estupideces daba fruto. Bueno ella tocaba la puerta de mi departamento dos veces de esa forma sabia siempre que Matilde me venia a visitar a jugar al doctor y el enfermo.Las faenas amatorias variaban de intensidad asi como cambiaban las estaciones del año, en verano el amor se chorreaba por la cama caminaba hasta la cocina para terminar en el baño o en la divan, mientras que en invierno el amor se metia por debajo de las frazadas y almohadas,esto me hacia preguntar si el amor tendria algo que ver con el clima o si era mi temor a hacer el amor sin medias.Matilde me tenia cansado de tanta veces que me decia, quitate las medias, como si se tratase de un requisito para poder nadar en las tardes de pasion.Nuestra relacion era un tanto perversa y aunque fueron dos tormentosos años me amolde a ella, a sus ganas de amar locamemte y a comer de madrugada.
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